Frías mañanas de diciembre

Siempre me ha encantado el invierno con sus días fríos y sus colores, olores y fiestas.
Hoy me paro a pensar en lo que queda para navidad y no puedo evitar sentirme impaciente.
Últimamente, he adquirido la costumbre de levantarme temprano. Y ya pienso en esas mañanas de diciembre en los días de vacaciones cuando me levante temprano para hacer mil cosas.
Y ya es seguro q serán mil cosas porque ya tengo mi escapada reservada. Tengo que renovar el pasaporte y, después de eso, hacer planes y rutas de qué hacer y ver en cada ciudad, en cada país. Me hace mucha ilusión y eso es señal de que he vuelto a ser yo, ya lo conseguí.
Me siento muy cómoda estos días. Tengo muchas ganas de disfrutar de una buena cena con amigos, de visitar sitios nuevos, de dedicarle tiempo a la fotografía. Tengo ganas de disfrutar sin hacer nada, de estar tranquila y de dejar de mirar el reloj. Me apetece olvidarme de las horas, de qué día es, de lo que toca hacer después e incluso olvidarme de preparar la ropa con antelación. Necesito un descanso para relajarme y no hacer absolutamente nada.
Las frías mañanas de invierno traerán la tranquilidad, cada una en un país.

Toca desconectar y aunque queda más de un mes, es bueno soñar despierto con las frías mañanas de invierno.

Besos