Me lo dieron el 19 de abril. Y duró sólo un par de segundos. Pero no paro de recordarlo. Tampoco esa charla, la que duró tantas horas, entre tú y yo.
Pero mi excesivo respeto a los demás me llevó a ponerte en pausa ese día y los demás que nos vimos.
No he vuelto a verte ni a saber nada de ti y sé que es lo mejor ahora. No estoy para demasiado.
Aún así recuerdo y vuelvo a recordar el tacto del abrazo del año. Un chin chin de café para que vengan muchos abrazos así.
Buen martes a todos!
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